miércoles, 29 de junio de 2016

POEMA - A MI PUEBLO

A MI PUEBLO
¡Libertad! ¡Hurra, muchachos!
¡SOMOS LIBRES, no hay remedio!

En JUNIN y en AYACUCHO
con un valor sin ejemplo
se inmolaron nuestros padres
y nuestras ligas rompieron,

PATRIA LIBRE NOS LLEGARON,
gloria, porvenir inmenso,
sin tener mas soberano
que la voluntad del pueblo.

Decid, muchachos, sin juicio
¿Qué herencia mejor queremos?
Por eso es que, debemos entonces
por disfrutarnos un hueso,
como cristianos con moros,
nos venimos degollando
y desgarrando el pellejo.

¡Hurra! ¡Libertad muchachos
esto se llama progreso!

De independientes y libres
ya casi un siglo tenemos,
y en revolutis continua,
nos han salido cien dueños,
botando unos con otros
en cien combates sangrientos;
y en torbellino inmenso
amén de sangre y vergüenza,
de pobreza y vilipendio
ha naufragado la nave
de nuestros sacros derechos…

¡Hurra, hurra, ciudadanos,
que vamos siempre en progreso!


Mirad ese infeliz indio:
desde que nació fue siervo.
Pegado siempre al terruño,
fecundo el rudo suelo
para arrancarle una espiga
con que enriquecer al dueño;
él no sabe lo que es Patria,
no conoce sus derechos:
nunca de luz una chispa
iluminó su cerebro;
y vive y muere extenuado
por amargos sufrimientos,
víctima eterna del amo;
de crueldades sin ejemplo.

No obstante, ese nuestro hermano,
miserable y harapiento,
paga, sumiso, el tributo
de que vivirán los cuerpos
que en numerosas bandadas,
los envían los gobiernos
¿Y quién les da garantías?
¿Dios? Se encuentra muy arriba
¿El Zar de Rusia? Esta muerto…

¡Hurra, hermano mío
que tu suerte en progreso!

¿Soberano? ¡Voto al diablo!
¿Es soberano el cordero
cuya voluntad constriñe
cualquier audaz a su intento?
Si elige, no importa el voto
se lo birlan los camueces:
unos ruine y ambiciosos,
sin aptitudes ni méritos,
que viven como vampiros,
chupando la sangre del pueblo.
¿Y después ved esa cúfica
de pazguatos sin talento,
mendicantes de cureles
que se cuelan al congreso…
¿Quién los ungió con el óleo?
¿Quién les diseño ese puesto
augusto de brillar debe la gran majestad del pueblo?
¿Por qué el servil entra orando
y se repudia al egregio
ciudadano revestido
por la ley de este derecho?
Por que en la cumbre elevada
del sublime parlamento,
hay un joven soberano,
cual no soñaron los griegos,
premiador de pecadores
y catigador de buenos…
Ese joven es el hermano
de Plutón, rey del averno
del que el Perú ha convertido
en hato de humildes siervos…

¡Hurra Pueblo Soberano,
como el tuyo, no hay progreso!...

En tanto la Patria llora
sobre sus campos desiertos,
de el pauperismo y el hambre
han asentado su imperio;
sobre industrias expirantes,
sobre anemicos Consejos
sobre sus hijos cautivos
y su arruinado comercio;
sobre el monstruo horroroso,
en cuyas fauces de acero,
se retuercen angustiados
sus más preciados veneros;
sobre su veste infamada
y envilecidos trofeos,
sobre su armada deshecha
y su aniquilado ejército
sobre el cobarde abandono,
que todos… todos hacemos,
¡De nuestras leyes violados,
y pisoteados derechos!...

¡Hurra juventud peruana,
admirad tanto progreso!...
  
¡Unión peruanos, si sois
los descendientes de aquellos
denotados campeones
que honor y gloria nos dieron!...
¡Hijos del sol!, despertados
como el león del desierto
y destrozadas las coyundas,
que una turba de protervos,
ha colocado insolente
sobre su robusto cuello.
Rompe el yugo de tiranos
que impide alces el vuelo
como el cóndor de tus Andes
y te remontes al Cielo.
¡Sed libres! no hayan más leyes,
que las que os deis, y excelso
sea el lugar que ocupeis
por vuestro civismo y méritos.
¡Devolvamos a la Patria
su esplendor y su alto puesto
en la tierra americana
oucpara en otros tiempos!...

¡Hurra altivos ciudadanos;
Esto si será progreso!...


MANUEL MARÍA HURTADO
28-07-1919


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