EL ROCOTO DE ORO
(Leyenda
Otuzcana)
Desde la
plaza de Armas de otuzco, mirando al Nor Oeste se contempla el cerro
“Urpillao”, desde el cual baja una agua clara, fresca y cristalina, completamente
limpia, de sabor sumamente agradable.
Los
moradores vecinos de este cerro cuentan la siguiente narración.
“Había
muchas pastoras que todos los días frecuentemente iba a la laguna de cerro
Urpillao para dar de beber su ganado, muchas veces al cerrar la oración
de la tarde veían una planta de rocoto en la orilla de la laguna.
Sus frutos
eran deslumbrantes dorados, alguna de elles en cierta
ocasión llego a atapar varios frutos, y como eran rocotos de oro,
llego a hacerse una persona mu adinerada.
Una hermosa
pastora iba con mucha frecuencia, pera dar de beber a sus ovejas, deseosa de de
recoger sus frutos y hacerse una persona adinerada, pero nunca veía nada. Sus
padres le aconsejaban que nunca se quedara hasta tarde en la orilla,
porque le podría suceder alguna desgracia, pero ella llevada por su curiosidad,
se quedaba siempre hilando hasta el atardecer cerca de la orilla de la laguna.
Un buen día de resplandeciente sol cuando a se iba ocultando, ella ve
los rocotos de oro que brillaban y parecían girarle gritarle
que los recojan, ella dejando su cuerda en la orilla , se acerca rebelada y cae
en la laguna y cae en la laguna , Sus padres advirtiendo que no llegaba ,
fueron a buscarla , solamente encontraron la rueca y el rebaño de ovejas, ella
quedo encantada en la laguna. Cuando en las noches la luna llena de la laguna
se escucha un lánguido y desgarrador lamento, es signo de sequía y desgracia.
JOSÉ PERALTA LÓPEZ
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